Noticia de un secuestro
Gabriel García Márquez
Novela
Diana. México. 1996, 346 págs.
Gabriel García Márquez
Novela
Diana. México. 1996, 346 págs.
En esta obra, el Nobel colombiano vuelve a sus orígenes periodísticos con una crónica novelada de hechos reales ocurridos en su país. En 1993, el narcotraficante Pablo Escobar, temiendo ser detenido y extraditado a Estados Unidos donde lo reclamaba la justicia, ordenó una cadena de secuestros a personalidades y periodistas colombianos. Con estos delitos pretendía presionar al gobierno, negociando a cambio de los rehenes, para no ser entregado a las autoridades norteamericanas.
García Márquez, apoyado en la información de algunos sobrevivientes, realiza un excelente trabajo de investigación periodística. Desgraciadamente, lo que pareciera una pesadilla, pertenece al mundo real; sus protagonistas viven una situación psicológica tan tensa que serían poco verosímiles si el lector no supiera que no han surgido de ninguna fantasía alucinada. La realidad superó a la ficción en este calvario que para algunos duró hasta seis meses y para otros tuvo un desenlace trágico.
En todos los personajes hay rasgos humanos y fríos egoísmos, todos reciben comprensión y crítica, en un sincero esfuerzo por analizar objetivamente estos tremendos problemas. La obra, muy bien realizada en cuanto a técnica y estilo, se sitúa en una perspectiva realista y ecuánime para reflejar lo que en ella se define textualmente como “el holocausto bíblico en que Colombia se consume desde hace más de veinte años”.
García Márquez, apoyado en la información de algunos sobrevivientes, realiza un excelente trabajo de investigación periodística. Desgraciadamente, lo que pareciera una pesadilla, pertenece al mundo real; sus protagonistas viven una situación psicológica tan tensa que serían poco verosímiles si el lector no supiera que no han surgido de ninguna fantasía alucinada. La realidad superó a la ficción en este calvario que para algunos duró hasta seis meses y para otros tuvo un desenlace trágico.
En todos los personajes hay rasgos humanos y fríos egoísmos, todos reciben comprensión y crítica, en un sincero esfuerzo por analizar objetivamente estos tremendos problemas. La obra, muy bien realizada en cuanto a técnica y estilo, se sitúa en una perspectiva realista y ecuánime para reflejar lo que en ella se define textualmente como “el holocausto bíblico en que Colombia se consume desde hace más de veinte años”.