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El empleado mexicano entre los mejores del mundo

EMPLEADOS CAPACITADOS Y MOTIVADOS: UN FILÓN POR EXPLOTAR

En la actualidad muchos empresarios siguen pensando que capacitar representa un gasto elevado, pues un alto porcentaje de mexicanos poco preparados desconocen conceptos básicos del trabajo, de computación, de inglés, y además, cuando se les capacita, cambian de empleo. Creo, sin embargo, que los empresarios mexicanos debemos aprovechar la excelente mano de obra con la que contamos. Es responsabilidad, tanto del gobierno como del gremio industrial, promover el desarrollo y capacitación de empleados ávidos de progresar.
El mexicano es un individuo muy creativo, pero esa habilidad requiere impulso, sistematización para que pueda ser aplicada en situaciones diversas. Con capacitación adecuada, la típica improvisación del mexicano da paso a la creatividad. Además, es importante ofrecer incentivos para mantener dentro de la organización a los empleados más talentosos y analizar el sistema de compensaciones para saber qué conductas del personal conviene reforzar y cuáles suprimir.
En las empresas hay conciencia creciente de cuan esencial es que el personal esté motivado, no sólo por un buen salario y estímulos psicológicos, sino también, en alto grado, por sentirse parte valiosa de la organización, por llevar una relación cercana con los jefes y recibir aprecio y recompensa por los logros personales.
Los empleados, a cualquier nivel, requieren sentirse parte, saber que son un soporte vital para alcanzar las metas de calidad de las empresas. El reconocimiento y recompensa al empleado son herramientas indispensables de la competitividad.
Desde el periodo de inducción del personal es importante que salgan a relucir las razones por las que cada persona fue elegida, qué espera de ella la empresa y viceversa, a qué puede aspirar en esa organización. Deben explicársele aspectos como misión, visión, valores y objetivos a corto, mediano y largo plazo.

EXPERIENCIAS QUE HAN MARCADO SU TRAYECTO

Como empresario, llevo 18 años en la industria refresquera. Empecé con una pequeña parte de Squirt y al involucrarme en la operación fui comprando capital a los socios hasta quedarme con el 100%. Posteriormente ingresé al mundo del automóvil, con una agencia Chrysler, cuyo éxito en las ventas nos permitió ganar premios. Del gusto de ese negocio, que cedí a mi hermano, surgió la idea de traer la marca BMW a México.
Me interesaba especialmente promover negocios en los que se pudiera exportar. Convencí a los directivos de la empresa alemana para abrir una planta ensambladora en México. El convenio establecía que por cada dólar que se importara, se exportaría otro. Era obligatorio un porcentaje de piezas nacionales en los autos, al principio del 32%.
Los ejecutivos alemanes se decidieron a venir y traer técnicos, la planta ensambladora se estableció en Lerma; actualmente exporta autopartes, automóviles y carros blindados a todo el mundo. El negocio es muy grande y me quedé únicamente con la distribución de BMW en el Distrito Federal. La empresa BMW ha tenido un éxito extraordinario en México, es la principal marca de automóviles de lujo. Los coches que se venden aquí son ensamblados en México y formados casi en su totalidad con partes mexicanas. En la Serie 3, tenemos 52% de partes mexicanas, y en la Serie 5 alrededor del 30%.
Creo con convicción que gran parte de nuestro éxito, tanto en la industria refresquera como en la automotriz, se debe a la magnífica mano de obra que hay en México. No solamente es barata, en relación con otros países, sino que es de gran calidad. Los BMW hechos en México tienen la misma calidad o inclusive mejor que los de Alemania. De hecho, recibimos menos reclamaciones de los autos nacionales que de los importados.
El control de calidad en la planta de Lerma es extraordinario, tan solo en el año pasado se exportaron cerca de 200 millones de dólares en autopartes de calidad mundial a Estados Unidos y Alemania.

INCENTIVAR PARA GENERAR VALOR AGREGADO

La planta BMW es un ejemplo claro de los éxitos que puede alcanzar un personal debidamente capacitado. Hace 5 o 6 años, al llegar la empresa a México, el salario mínimo diario de la región era de 14 pesos diarios, pero se consideró la situación a fondo para remunerar debidamente a las 160 personas que ahí laboraban y fabricaban 2,500 automóviles al año. Actualmente la capacidad instalada de la planta podría llegar a producir hasta 6,000 o 7,000 coches anualmente, si se aumentara el personal a 250 y se doblaran los turnos de trabajo.
Aunque el entonces Secretario de Trabajo del Estado de México sugirió pagar 23 pesos diarios a los empleados, se decidió darles 60 pesos para que les permitiera sacar adelante a sus familias. Además, se ofreció servicio de comedor con alimentos sabrosos y balanceados, y cada tres meses los empleados presentaban exámenes para poder ascender a escalones superiores, a través del entrenamiento en manejo de maquinaria progresivamente más compleja. Por las tardes tomaban clases y al aprobar cada examen ascendía su ingreso, hasta llegar al tope con el grado de maestro y un sueldo de 107 pesos diarios, lo cual significa el doble de ingreso con el que entraron a la empresa. El 100% de los trabajadores de la planta lograron ser maestros en el lapso de un año, aspecto que sorprendió a los directivos alemanes, quienes no esperaban esos resultados.
El trabajador mexicano es leal. En BMW se ha disminuido hasta 70% la cuota al Seguro Social debido a que casi no hay accidentes, enfermedades ni faltas. Es un grupo de gente motivada, capacitada y bien remunerada que se dedica a su trabajo con esfuerzo. No hay ausentismo los lunes y la rotación es de sólo 5% anual. De momento no hay contratación, pero la planta está creciendo y esperamos que en un futuro cercano se abran oportunidades.
Técnicos y ejecutivos alemanes dirigen la fábrica, en especial los procesos productivos. Acaba de cambiar el Director de Producción de la planta de Lerma, pues cada 5 años se sustituye por otro ejecutivo alemán. Como un consejo a su sucesor, el anterior director comentó: «El obrero mexicano reacciona de manera negativa al regaño y positiva a la alabanza. Le gusta mucho ser motivado y consentido, no le gusta una cadena de mando demasiado larga. Asimila las órdenes claras, precisas y directas; de esa forma las ejecuta perfectamente».
Como empresario estoy plenamente convencido de que las empresas que están en posibilidad de pagar más, deberían hacerlo. Además de la ayuda social que esto representa, la empresa se ayuda a sí misma al contar con obreros contentos y leales que se enferman y se lastiman en mínimo grado. Eso mejora mucho la calidad del producto y el cliente lo paga con gusto. Es un plus de calidad que se consigue gracias a una escasísima rotación. Una empresa que cambia constantemente de gente no puede ofrecer la misma calidad; las empresas con personal estable se distinguen en el mercado.
El empleado de las industrias refresquera y automotriz tiene en general las mismas características. No hay una diferencia sustancial ni una especialización, es el obrero ágil, versátil, muy diestro en el empleo de sus manos y generalmente de origen rural.
Anteriormente se pensaba que el empleado mexicano era flojo o irresponsable, en parte por estar mal capacitado y en parte por no ser motivado correctamente. Era también un error de dirección. No es que los obreros no supieran trabajar, sino que el producto que hacían en muchas ocasiones era de baja calidad. Los insumos eran malos y el producto final resultaba deficiente. Se trataba además de un mercado y una economía cerrada que carecía de libre competencia. Faltaba mucha tecnología y competencia. En cuanto algo se fabricaba en México, aunque fuera de mala calidad, se cerraban las fronteras a la importación de productos similares. Ahora la globalización ha hecho progresar a las empresas mexicanas.
De acuerdo a estudios realizados por empresas consultoras en capacitación e incentivos, el personal siempre responde a un clima de confianza y comunicación en dos sentidos. Los directivos informan sobre metas y resultados y a su vez, escuchan inquietudes y problemas de subalternos. La capacitación continua es una importante motivación para el personal. Además, los buenos resultados de la empresa deben considerar el monto de los salarios.

MÉXICO Y SINGAPUR: ECONOMÍAS COMPLEMENTARIAS

Como otro de mis cargos, tengo el nombramiento de Cónsul Honorario de Singapur en México, puesto que acepté al igual que el de BMW, buscando apoyar el ingreso de capital extranjero en México para crear empleos y acelerar las exportaciones.
De 5 años para acá, ha habido un acercamiento muy importante entre Singapur y México. Contamos ahora con 104 millones de dólares de inversiones directas de Singapur, que han beneficiado, especialmente a la zona de Guadalajara en el ramo de electrónica y a Sonora con la industria textil.
En un futuro cercano vendrán muchas empresas más, que aportarán desarrollo y fuentes de empleo. En el corto plazo, las inversiones de Singapur ascenderán a 1000 millones de dólares, cifra que ya se hubiera alcanzado de no haberse dado la crisis asiática.
Las economías de México y Singapur son complementarias. A Singapur le falta gente y tierra, pues todo su territorio es como la mitad del Distrito Federal con una población de 38 millones de personas, y le sobra dinero y tecnología, que es lo que más falta a México. Se consideraba que los dos países eran competidores, pero en la realidad pueden ser socios.
Singapur ha escogido a México como un país clave, pues es la entrada de inversión para América Latina, especialmente en los proyectos de su interés como electrónica, textil y plásticos. A su vez, Singapur puede ser la entrada de productos mexicanos al mercado asiático, incluyendo China. Hay mucho por hacer, y México cuenta con una ubicación geográfica estratégica y privilegiada. Estamos a la mitad entre Estados Unidos y América Latina y a medio camino entre Europa y Asia en las rutas del comercio.
Singapur es consciente de que la mano de obra mexicana es de extraordinaria calidad, y la ubicación facilita el comercio. En mi papel de Cónsul he tratado de promover adecuadamente a México y la calidad de su mano de obra. Muchos inversionistas extranjeros se han animado a venir y generar trabajo, tan necesario para comunidades urbanas y rurales.
La población está mal distribuida en México, en algunos lugares hay saturación y en otros falta mucha gente para trabajar. Es función de los gobiernos estatales dar la fuerza e infraestructura necesarias para atraer inversiones a sus localidades.
México podría seguir el camino que eligió Singapur hace muchos años. Primero consiguieron inversión extranjera y ofrecieron mano de obra barata. No se aumentaron salarios por decreto, pues eso crea inflación y caos, sino que se aumentó el nivel de vida a base de una oferta de calidad.
El trabajo es como si fuera un producto que, si quiere venderse, se le debe dar valor agregado a través de mayor capacitación en escuelas, politécnicos y universidades. Es bueno instalar, dentro de las mismas plantas, institutos tecnológicos que den a la gente mayores habilidades, con ello se logrará ese valor agregado que después permitirá mejores ingresos.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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