De hackers a empresarios del espionaje
El rival de negocios, la pareja desconfiada, los padres preocupados, el vecino indiscreto pueden ser un riesgo mayor para nuestra privacidad que cualquier gobierno. Sólo necesitan comprar el parásito cibernético adecuado.
Echelon, una red internacional de escucha, existe. Ofrece la técnica para llevar a cabo espionaje industrial selecto y automatizado; al parecer es la que utilizaron empresas de detectives israelíes. Regalaron CDs con ofertas de productos y servicios e instalaron en un número desconocido de redes empresariales de su país, troyanos indetectables. Su misión era enviar información desde la red de la empresa-blanco a donde los detectives pudieran recogerla. Estos parásitos ofrecían a sus propietarios la oportunidad de tomar el control completo de computadoras en las redes comprometidas.
Los antivirus comerciales no detectan a adversarios tan sofisticados como los troyanos israelíes que ya están en el mercado y se venden al mejor postor. Si disponemos de información muy valiosa, nuestras redes empresariales y computadoras personales corren riesgo. Hay que desconfiar hasta de nuestra sombra; los hackers Black Hat, antes dedicados a usar talentos informáticos para el mal, ahora son empresarios de cuello blanco.
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