José Carlos Carmona
Punto de Lectura. México, 2011
160 págs.
La filosofía, la música y la escritura no están peleadas en la creación de una novela. Al contrario, son elementos que, sazonados correctamente, pueden resultar en un manjar para la imaginación. Esto muestra el filósofo y músico español José Carlos Carmona.
A través del protagonista, un mancebo lechero que se enamora de una chelista a quien vio salir de su clase de música, el autor nos revela una verdad: el amor lleva a la acción. Adrian Troadec idea toda clase de estrategias para conquistar a la joven: desde convertirse en campeón de ajedrez para acercarse a su padre, hasta emprender una tienda de chocolates para complacer el paladar de su querida Alma Trapolyi. Cuando los actos de Adrian comienzan a surtir efecto, debe soportar la partida de su amada a Estados Unidos.
Tras el paso del cine mudo al sonoro, dos guerras mundiales, dos vidas desventuradas y muchas cartas amorosas, los protagonistas se rencuentran en la tradicional Suiza para unir el pasado con el presente y el deseo con la paciencia.
Esta novela logra mezclar ingredientes exquisitos como la música, el ajedrez y el amor para formar un armonioso relato con sabor al más suculento chocolate.