Soy director en México de una empresa trasnacional con casi mil colaboradores. Desde la casa matriz se implementó hace años un sistema de denuncias internas (en inglés mecanismo de whistleblowing) sobre comportamientos acciones o hechos que violen las normas internas de la compañía o el código ético. Al principio en México no progresó el asunto, pero recientemente se ha desatado una ola de denuncias que en varios casos estoy seguro de que se trata de animadversiones personales que buscan en cierto modo venganza o suscitar un clima de inconformidad en la empresa.
Hay personal en la casa matriz (en el Reino Unido), encargado de atender esas denuncias y en teoría las investigaciones son estrictamente confidenciales, para no dañar a nadie injustamente. Pero como suele suceder, se van filtrando rumores o medias verdades que han dañado mucho el clima organizacional. Todo el mundo se siente vigilado y a disgusto. Oficialmente no sé de quién provienen pero por cómo se han dado los hechos, casi tengo la certeza de que se deben a los oficios de dos personas.
Para presentar yo mismo la denuncia en su contra necesito algunas pruebas, lo que implica implementar indagaciones que quisiera evitar para no echar más leña al fuego. Otra solución sería buscar algún motivo para liquidarlas. Por un lado pienso que es mi responsabilidad sanear el ambiente de la empresa a mi cargo y por otro me detiene la posibilidad de cometer una injusticia si alguno o ambos fueran inocentes. ¿Sería una grave falta ética aunque los motivos parezcan justificarlo?
Esta sección presenta dilemas empresariales buscando fomentar y afinar el razonamiento ético en los lectores. A cada problema sigue la respuesta de varios asesores que conocen y manejan los principios éticos y se mueven en el ámbito empresarial.
Los asesores sugieren
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Es conocido que entre los denunciantes suele haber un buen grupo de gente maliciosa y negativa que piensa que la vida se las debe, y que han de cobrarse con lo más inmediato, sea su empresa, o su familia o el entorno. Estas personas, quejumbrosas y paranoicas además suelen ser incompetentes. Por este motivo, pienso que debería evaluarse la verdadera aportación de esos dos personajes a la empresa. Por tu comentario y la facilidad con que piensas que puedes deshacerte de ellos, pienso que sean o no culpables de esas denuncias infundadas, están lejos de ser buenos compañeros de trabajo y personas que realmente aportan al capital humano de tu empresa. Personas así, no es falta de ética liquidarlas conforme a derecho.
Por otro lado, es cierto que debe evitarse dañar injustamente a nadie. Y debe buscarse el bien de la empresa y de los que la componen. Por esto, tal vez en la evaluación que te recomiendo, podría incluirse darles una nueva oportunidad, hablando con ellos, o dándoles la oportunidad de ser escuchados directamente. En última instancia el propósito de implantar un sistema de whistleblowing es mejorar el modo de vivir el código ético de la empresa, y pretende mejorar el compromiso de todo el personal con ese fin.
Armando Reygadas
Abogado especialista en Ética de Empresa
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Estimado director: antes que nada hay que comentar que el uso de este tipo de herramientas, como los sistemas de denuncia, cada vez son más comunes en las empresas y pueden hacer tanto bien o tanto como mal dependiendo de su diseño e implementación; por sí solas, no son la solución ni la causa de los problemas. Tienes que tomar muy en cuenta el aspecto cultural, en Latinoamérica en general no hay una cultura de denuncia y al que hace uso de estos instrumentos se le ve como «el rajón» o «el traicionero». Por lo que hay que poner énfasis en el proceso de capacitación en el uso de este tipo de herramientas.
No te espantes por el número de denuncias, puede ser indicativo de que el sistema funciona bien, aunque sí hay que indagar en la causa de éstas. Lo importante es no actuar injustamente ni por suposiciones. Muchas de las investigaciones determinarán que no hay elementos suficientes, se volverá relevante sancionar en caso de que se comprueben violaciones.
Las injusticias aunadas a un mal uso de la herramienta pueden causar un mal mayor, hay que evitarlas a toda costa. Mi sugerencia es esperar a que las investigaciones oficiales terminen y, en el inter, comenzar a diseñar y a dar capacitación en el buen uso de la herramienta, y precisar que su abuso (denuncias por venganza y sin fundamento) también será sancionado. Tiene que haber un proceso de educación en el correcto uso de los buzones de denuncia.
Consejo final: algunas empresas le han puesto a estos espacios «buzones de consulta», para evitar el sentido negativo de la denuncia.
Rodrigo Villaurrutia
Profesor de Ética de la Empresa
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El propósito de los sistemas de denuncia interna es combatir las prácticas que atentan contra la ética, por lo que cualquier denuncia de irregularidades para otros fines, como la malicia hacia un compañero de trabajo, debiera revertirse para quien comete semejante abuso.
Sin embargo, ello requiere de una política clara al respecto, pues cuando se establece explícitamente que las personas que abusan de los procedimientos de denuncia de irregularidades se arriesgan a ser objeto de una acción disciplinaria, se reduce el riesgo de incurrir en ello. No obstante, lo más importante radica en la existencia de una cultura de lealtad de los empleados hacia la organización, porque cuando ello no es así, el sistema de denuncias corre el riesgo de ser inoperante o incluso contraproducente.
Ahora bien, proceder con la liquidación de quienes se sospecha que han abusado del sistema, sin tener la certeza de ello, no sólo constituiría una posible injusticia sino también el peligro de fomentar la desconfianza hacia la empresa y, por consiguiente, destruir el supuesto bajo el cual tiene sentido tener un sistema de denuncias.
Recomendaría proceder a las indagaciones sobre la veracidad de las supuestas denuncias, más que sobre los autores de las mismas, a la vez que hacer explícita una política en contra de los abusos, aunque esto suponga tener que tolerar durante algún tiempo ese clima de disgusto que se ha ocasionado. Después de haber dado a conocer las medidas en contra de los abusos se estará en mejores condiciones para castigarlos, sin afectar la lealtad de los empleados en general.
Tomás Viracocha
Consultor de Ética empresarial