Jean-Marie Élie Setbon
Ediciones Rialp. Madrid, 2014
159 págs.
El autor nació en París, Francia, en 1964, y relata su interés de niño en ese «misterioso y desconocido personaje» clavado en una cruz, cuyo sacrificio le conmovía hondamente.
Aún con la inquietud sembrada, la vida llevó a Jean-Marie por otros caminos. Se adentró en el conocimiento del judaísmo, se hizo ultraortodoxo y más tarde pasó a ser judío «hasid».
Tiempo después retornó su interés por el cristianismo. En una librería trabó amistad con una oblata de la orden Carmelita quien le recomendó la lectura de las obras de san Juan de la Cruz, escritor clásico de la Literatura Mística del Siglo de Oro Español.
A esta lectura le siguieron muchas más, así como largas meditaciones que constituyeron el detonador para que tomara la firme decisión de convertirse al catolicismo. Con la importante aclaración que, en ese largo itinerario, fue profundamente respetuoso con sus hermanos de raza, de religión y de sus propios familiares y amistades.
Jean-Marie fue objeto de serias incomprensiones, que juzgó humanamente lógicas y tuvo el corazón grande para perdonar siempre.