Javier Sáez Castán
Ediciones Nostra.
México, 2015
119 págs.
Thomas Alva Edison (1847-1931) fue el célebre inventor norteamericano de la lámpara de filamento incandescente y del fonógrafo y quien, a lo largo de su vida, patentó miles más. Confesó al final de sus días: «para inventar el foco, no fracasé cuatrocientas veces; tan sólo recorrí un camino de cuatrocientos pasos».
A partir de su sensacional personalidad, el escritor español, Javier Sáez Castán, recrea imaginariamente a un singular personaje que se dedica formalmente a ser un «desinventor». Se trata del profesor Vonderbuttis, quien imagina que alguien creará una máquina para «desinventar» todos los inventos e incluso, el recuerdo que alguien pudiera tener de haberlos usado alguna vez. Para ello funda una escuela de discípulos «desinventores», quienes practican una pedagogía estricta, rígida y perfeccionista.
Al final, el texto aporta una serie de extraños inventos creados por este excéntrico profesor.
Sánz Castán acompaña su relato literario, con viñetas y dibujos de su propia autoría. Su estilo literario recuerda al de Antoine de Saint-Exupéry, por los saltos que van dando entre el realismo y lo fantástico, dejando siempre al lector algún mensaje. De manera que su lectura resulta interesante y divertida para adolescentes y adultos.