Nueva ética de la salvaguarda
¿Qué tienen en común un coleccionista, un orientador familiar y un ecologista? La convicción de que hay cosas que no deberían perderse, que merecen protegerse frente al paso del tiempo, el capricho del momento o la irresponsabilidad. El crecimiento de esta particular sensibilidad podría considerarse un signo de nuestro tiempo.