El ku klux klan mexicano
Hagamos a un lado nuestra hipocresía: los mexicanos somos racistas. Una indígena, por muy millonaria que sea, no tiene «nada qué hacer» junto a una rubia despampanante a la hora de entrar a un restaurante de lujo; un mestizo con rasgos indígenas está en franca desventaja, si desea emplearse, frente a un gŸerito de clase alta. La igualdad humana debe empezar por algo tan elemental como el color de la piel…