¿Espectáculos de la realidad?
No nos acostumbramos todavía a que la mejor crítica puede salir de uno mismo. No se trata de ceder a los aires del tiempo y ver en los medios un mundo de podredumbre: su vitalidad es signo exterior de riqueza democrática. Es tarea urgente delimitar las fronteras y delimitar los poderes, en un momento en que la comunicación parecer erigirse como una nueva ideología.