El lenguaje despertó nuestra conciencia. A partir de ese momento las palabras amanecen con nosotros todos los días. Con ellas también nace el silencio, elemento que permite la comunicación con el resto de la sociedad y consigo mismo. El autor traza ocho versiones de tregua a la palabra presentes en el discurrir humano.
Las ansias de estar con los demás, de comunicarnos, de colaborar, y el íntimo anhelo de soledad y de paz son dos elementos opuestos que todos llevamos dentro. Si hubiera que escoger, es más humana la sociedad, aunque todos necesitamos ese espacio interior para llegar a ser nosotros mismos. Sin embargo, confundir soledad con aislamiento puede extinguir en vez de vivificar.
Luis Xavier López Farjeat
Ensayo
Los libros de Homero.
México, 2007.
139 págs.
Por más que en la vida busquemos y logremos compañía, al nacer, al morir y ante las propias responsabilidades, siempre estamos solos. La soledad es indispensable para saber quiénes somos, y la compañía para de verdad serlo. Pero el juego de esa doble necesidad puede volverse contra la persona y originar el miedo.
Miríadas de pájaros celestes anidan los pliegues del pensamiento. Aletea una vocación de jilgueros, de presencia alada, serena, sutil que rebosa a borbotones nuestra sed de compañía.
Juan Abelardo Hernández
Lumen-Conaculta.
México, 2008.
48 págs.
Más allá de la aceptación de sus contemporáneos y el «escándalo científico», el «padre de la clasificación natural», (1707-1778) dejó un legado científico imposible de eludir si queremos seguir llamándonos Homo sapiens
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