Administración del éxito
Dudé mucho en cómo titular este artículo. El nombre es atractivo pero engañoso. En realidad, debería llamarse «Administración del fracaso», pero así nadie lo leería. Desarrollaré tres ideas: los riesgos del individualismo, la peligrosa combinación del individualismo con la obsesión por el éxito y la importancia de aprender a fracasar.