Dale un descanso a tu cerebro
En la vertiginosa cotidianeidad permanecemos activos durante 16 horas diarias –en ocasiones más. Con un ritrmo como este las enfermedades nerviosas son cada vez más frecuentes. Lo maravilloso es que la cura resulta sencilla y económica: unos minutos a solas consigo mismo son suficientes para hallar algo de paz y armonía.