Cuando el hogar es terreno de batalla, todos pierden. Rostros y latidos de los combatientes „osin importar ganadores„o abrigan huellas de soledad y dolor.

Oculto en el interior de cada uno germina algo extraordinario „ocon sus raíces abrazadas a nuestras entrañas„o, esperando despertar de su letargo. Este poder exige sacrificios pero vale la pena afrontarlos.

"Al público lo que pida", es la frase acartonada y el lugar común de quienes detentan el poder de los medios para justificar información y entretenimiento baratos. Ya será bueno oír en mayor medida la voz del público mucho tiempo acostumbrado a la mudez.

Ediciones Rialp. Madrid, 1991, 183 págs.
Si tolerar significara que todo está permitido, que hay que dejar que las cosas sigan su curso porque todo cambia y nada es, entonces no habría elección entre bien y mal, y la vida sería como dar a luz sobre tumbas.

Quienes defienden a capa y espada el derecho a tolerar todo „oque es, muchas veces, un argumento para no tener convicciones en nada„o, se olvidan de defender el derecho de quienes creen firmemente en algo.

El empresario se distingue, por oficio, por su capacidad de riesgo. En tiempos de bonanza, esta capacidad de riesgo se suele destinar para aprovechar oportunidades, donde otros pensarían que no tienen recursos ni habilidad suficientes. Pero en épocas de crisis esta capacidad de riesgo debe servir también para enfrentarse con la amenaza del peligro.

"Apretarse el cinturón" puede tener sus ventajas: hacer de la necesidad, virtud.

Partitura de Adam Smith, adaptada por Friederich von Hayeck. La primera presentación fue dirigida por el maestro Ludwig von Misses. Nuestra interpretación está a cargo de la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de Hacienda y de un coro mixto del Fondo Monetario Internacional.

Las noches no son eternas. El día se esconde „omás luminoso y acogedor„o tras el misterioso manto de la luna.