La agenda sociopolítica de Juan Pablo II
Siempre respetó a la persona y la dignidad humana, pero no lo hizo sólo con palabras o conceptos, supo revestir ese respeto de un profundo amor a cada persona en particular con las que se cruzaba. Eso explica el dolor y el cariño con el que el mundo se despidió de él. Además de lo que ya informaron los medios sobre el fallecimiento y los funerales, falta todavía que estudiosos de muchas áreas se dediquen a conocer, profundizar y comentar la herencia que deja en tantos órdenes. Uno de ellos es el social, en el que tanto incidió porque partía de convicciones que hacía vida, y sobre el que Rodrigo Guerra apunta tres ideas.